Hoy se cumple el día 80 de mi estadía en Santiago, he tenido 3 trabajos, he vivido en 2 partes y sigo con la misma polola. Sin duda acá todo va mas rápido, todo se puede negociar, todo se puede posponer y hay para todos los gustos. He conocido a muchas personas, no todas me hubiese gustado conocer, a otras mucho mas por supuesto.
Me acuerdo de un tipo en el primer trabajo se llamaba Juan, vivía con su polola y su hijo y tenia una suerte en los 2 trabajos anteriores se había tenido que ir uno por que se había quemado la empresa y la otra tuvo que retirarse por salud mental puesto que 2 veces lo encañonaron con sendas escopetas en un local de telepizza, donde era encargado según el. En el segundo trabajo era un Call Center conocí gente muy mentirosa bueno ese era el trabajo, tratar de vender los planes de larga distancia mas caros del mercado y hacerlos pasar como los mas convenientes, vendí muy poco, pero había un compañero que tenia 17 años, el Rony, que era mentirosisimo y hacia alianzas ficticias con las empresa de la competencia para vender carrier, como podía mentir sin cargo de conciencia, además de mentir así se robo la base de datos de la empresa, así que todo el que quiera la base actualizada, pues además era un joven hacker y actualiza la base en linea, me puede dejar un mensaje en este blog y lo contactamos. También conocí al Alejandro que era un tipo bajo, de cara chupada, el tenia experiencia en eso de los call center, salia con una compañera de trabajo y estaba casado con una brasileña, una vez me dijo que estaba preparando su blog "historias de call", intentare leerlo algun día.
El Transantiago no ha sido problema, puesto que en Tomé (donde vivía) había una sistema de transportes mucho mas incomodo y mas chico, donde tenia que cumplir un trayecto de una hora (ida y vuelta) apretadisimo en unas mini-micros que se prestaba para el sobajeo y la rayada de pintura, problema que aun no creo que tenga solucion en esta comuna, claro que el sistema era superior en la parte tecnológica puesto que todas las maquinas contaban con GPS y un validaror humano que llegaba hasta tu lugar para cobrarte tarifas que podía negociar con el pasajero y la evasión es casi nula, puesto que el cobrador humano hace todo lo posible para que pagues la tarifa mas alta.
Echo de menos (así se escribe sin H) a mi familia, el futbol, estar sin preocupaciones viendo tele, que te digan "esta listo el almuerzo", también extraño no tener que preocuparme de la plata, extraño la playa aunque pocas veces iba, extraño el olor a camanchaca, extraño a mis mascotas, extraño la linea y a mis amigos.
Así es crecer supongo.
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